Uno de los aspectos de una boda que provoca más quebraderos de cabeza es la elección del vestido de la novia. Elegir un traje que se adecue a tus gustos y hacerlo cuadrar con el presupuesto que tienes pensado es, a menudo, más complejo de lo que en un principio se piensa. Por esta y por otras razones, tal vez podrías plantearte alquilar tu vestido de novia.
Las ventajas de alquilar y no comprar son muchas; es cierto que no tendrás tu propio vestido y que deberás devolverlo una vez pasada la ceremonia, pero son muchas las mujeres que opinan que tampoco merece la pena conservar un vestido que sólo te pondrás una vez en la vida. Si no eres demasiado sentimental en ese aspecto y prefieres ser práctica, alquilar tu traje te puede ahorrar tiempo y dinero.
Como siempre, lo principal es ponerse en buenas manos y estar seguras de que realizaremos el alquiler en un local donde el trato sea bueno y donde obtengamos las garantías necesarias para saber que todo irá sobre ruedas. Hay diversos locales de confianza donde poder llevar a cabo este proceso tan importante, así que asegúrate de escoger bien para estar en buenas manos.
A continuación tendrás que decidir si prefieres alquilar un traje de primera puesta o si te decantas por uno de alquiler abierto; en el segundo caso, tu vestido habrá sido llevado por otras novias en sus propias ceremonias antes que tú, pero el precio será considerablemente más bajo que si lo estrenas. Los precios también oscilarán en función de la marca; si te decantas por un Rosa Clará a buen seguro el coste del alquiler se incrementará, pero también es cierto que lo que tendrás que invertir será mucho menos que si compraras el traje.
Esa es, precisamente, una de las ventajas: muchas novias pueden permitirse llevar modelos que estarían fueran de su alcance de tener que comprarlos, mientras que el coste significativamente menor del alquiler permite a muchas vestir el traje de sus sueños.
Pero… ¿de dónde procede el stock de las casas de alquiler? Buena parte del género que encontrarás procede de showrooms, diseños procedentes de distintas liquidaciones de temporada y que terminan siendo stock disponible para las novias. Por esa razón, es fácil encontrar diseños actuales, así que no debes preocuparte si quieres ir según las últimas tendencias. Las novias que prefieran diseños más vintage tampoco encontrarán trabas pues la variedad de estos locales es amplia. Y es que otra parte del género disponible procede de novias que decidieron vender sus vestidos tras sus propios enlaces, de manera que tendrás acceso a un buen surtido de propuestas.
Es importante tener bien claras las fechas de reserva del traje para evitar sobresaltos de última hora y la temática, para que acompañe al diseño de todos los demás detalles de boda. Sobretodo si te has decantado por el alquiler abierto confirma las fechas disponibles, ya que si otras novias también hacen uso del mismo vestido hay que planificar que esté a punto para tu propio enlace. Y no sufras; podrás probarte el traje de tu elección para ajustarlo y que quede como un guante a tus medidas. Además, en muchos locales podrás alquilar el resto de complementos (tocados, velos, zapatos, etc.) y así tenerlo todo disponible en el mismo lugar.
Contratar un seguro es interesante para estar tranquila en vuestro día y suplir cualquier percance que pueda sufrir el vestido, como las manchas o pequeños desperfectos. Lo más importante es que priorices y planifiques según el presupuesto que quieras gastar: alquilar te permite destinar parte del dinero a otros aspectos de la ceremonia, o incluso a la luna de miel. Siempre que estés cómoda con la decisiones que tomes harás de tu día la jornada especial que esperabas.
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